Sadomasoquismo

Masoquismo, Sadismo y Sadomasoquismo: Diferencias

El sadismo, el masoquismo y el sadomasoquismo son tres términos que se suelen confundir muy a menudo y que se usan indiscriminadamente en ocasiones para referirse al mismo tema, no debiendo entenderse como sinónimos.

El masoquismo es la excitación sexual producida por el sufrimiento propio, bien sea por dolor físico, bien por humillación o malos tratos.

Normalmente los masoquistas presentan miedo a la soledad y es por ello que psicológicamente dependen de las personas sadistas. Es decir, prefieren abandonar la seguridad de su propio yo por miedo a la libertad, las responsabilidades o la soledad.

El sadismo, es un término que proviene del Marqués de Sade (1740 – 1814), escritor y filósofo francés autor de numerosas obras donde el sadismo sexual ocupa un papel de gran importancia.

Se define sadismo como las fantasías sexuales recurrentes y excitantes, los impulsos eróticos o las conductas que implican actos no simulados en los que el sufrimiento psicológico o físico de la víctima es sexualmente excitante para el ejecutor.

Los comportamientos de una persona sádica son de dominio y de ejercer control de la otra persona.

El sádico no sólo obtiene excitación al infligir un sufrimiento o un castigo doloroso, sino también al humillar, someter y degradar a la persona.

El sadomasoquismo se puede definir como una combinación de ambas, masoquismo y sadismo.

Dicho de otra manera, el sadomasoquismo es un acrónimo de los términos sadismo y masoquismo, y se refiere a la práctica de dar y recibir placer por medio de actos que incluyen recibir o provocar dolor o humillación.

Tipos de Masoquismo

Sigmund Freud fue un médico neurólogo austriaco de origen judío, padre del psicoanálisis y una de las mayores figuras intelectuales del siglo XX. En su estudio de las perversiones, Freud aportó importantes trabajos teóricos y clínicos de psicoanálisis.

En su libro, “El problema económico del masoquismo, 1924”, Freud indaga sobre la relación del principio del placer con las dos variantes de pulsiones que ha distinguido: las pulsiones de muerte y las pulsiones eróticas (libidinosas) de vida.

Presentó tres tipos de masoquismo: erógeno, femenino y moral, señalando al masoquismo moral como el más importante, siendo este mismo apreciado como el equivalente a un sentimiento de culpa inconsciente. Podríamos resumir los diferentes tipos de la siguiente manera:

Masoquismo Erógeno:

Es definido por Freud como la condición para la excitación sexual en algunos individuos.

El placer de recibir dolor permanece en el interior como residuo, después de que la parte de la pulsión de muerte ha sido trasladada hacia afuera sobre los objetos. Así, el genuino masoquismo erógeno por una parte ha devenido un componente de la libido pero por otra sigue teniendo como objeto al propio ser.

Masoquismo Femenino:

Esta clase de masoquismo es relatada en las fantasías de personas masoquistas que, o bien desembocan en el acto onanista, o bien disfrutan por sí solas de la satisfacción sexual.

El contenido manifiesto es similar en dichas fantasías: ser amordazado, atado, golpeado dolorosamente, azotado, maltratado, ensuciado o denigrado. Se expone a la persona a una situación que ha sido tradicional y patriarcalmente característica de la feminidad, con un significado freudiano similar al de ser castrado, ser poseído sexualmente, o realizar el proceso de parto.

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